que hacer en conil

5 cosas que hacer en Conil

Forjado sobre el noble arte de la pesca de acuerdo al milenario arte de la almadraba se asienta Conil de la Frontera. Qué hacer en Conil, un pueblo señero donde los haya, sus kilométricas playas de arena blanca han convertido a este pueblo marinero de apenas 23.497 habitantes, en uno de los atractivos turísticos más importantes de la Costa de la Luz. Pero, sin duda, lo que más te llamará la atención cuando visites Conil es su intrínseco espíritu marinero, porque en Conil se respira el espíritu marinero hasta en los vientos. En Conil, el viento forma parte intrínseca de la personalidad de la localidad, que aflora según su estado de ánimo. El poniente, fresco y ligero y el levante, cálido y fuerte. Y, por si fuera poco, Conil también es almadraba. La pesca es la actividad reina de este pueblo que respira y grita Atlántico. Y grita sin ningún tipo de decoro, porque en sus aguas encierra el gran tesoro, la joya marina de la costa gaditana: el atún rojo salvaje, un delicia gastronómica que cotiza hasta en Japón.

Sol, mar, playa, gastronomía… Todo ello, ha permitido que como sus aguas, durante los meses estivales, el pueblo asome por las riadas de turistas que se acercan advenedizos para conocer la magia de un entorno único. Si quieres conocer qué cosas hacer en tu viaje a Conil de la Frontera, ¡continúa leyendo!

Planes que hacer en Conil

Conil
Conil de la Frontera, villa atunera. Fuente; El País

1. La nostalgia conileña

Conil tiene tanto para regalar que lo primero con lo que te obsequiará es con su historia. Una relación con el pasado que permanece imperturbable pese al devenir de los siglos, buen ejemplo de ello es su relación con su bien más preciado: el atún rojo salvaje de almadraba, lazo por el que Conil se fundó a finales del siglo XIII. 

Para conocer la historia de Conil, cruza el Arco de la Villa, la única de las cuatro puertas que componían la muralla que rodeaba Conil que se conserva a día de hoy y adéntrate a descubrir su casco histórico. 

En pleno corazón del casco histórico encontrarás La Chanca, un inmenso espacio renacentista que atestigua la relación de Conil con el mar, aquí se reparaban embarcaciones y se cortaba y curaba el atún capturado en las almadrabas. En la actualidad, La Chanca ha sido restaurada, y ahora es un centro de interpretación y documentación sobre ese binomio inquebrantable entre Conil y el mar.

Iglesia Santa Catalina
Iglesia Santa Catalina

No te desplaces muy lejos, porque en la misma Plaza de Santa Catalina encontrarás la Iglesia de Santa Catalina, uno de los tesoros turísticos de la localidad. Además, la plaza es uno de los lugares más concurridos del pueblo, punto de encuentro de conileños y visitantes. 

Hasta ahora conoces la historia del pueblo, pero si quieres conocer la historia de los conileños no te pierdas el Museo de Raíces Conileñas, dos habitaciones que recrean una casa antigua conileña con fotografías y objetos que hacen referencia a la historia y tradiciones del pueblo. Nostalgia en palabras mayores.

2. Piérdete en sus callejuelas

Llega el momento de explorar en profundidad el pueblo. Piérdete entre las laberínticas calles que conforman el casco histórico de Conil y no te pierdas calles como la calle Cádiz, calles que desembocan en plazas en pintorescas y vívidas plazas que te contagiarán de esa alegría única del sur. 

Eso sí, ya te advertimos que el espíritu marinero de Conil se respira en todo el pueblo, tanto es así que lo podrás apreciar hasta en los patios de las casas encaladas que forman el paisaje del pueblo.

Playa Conil
Fuente: José Fernando Montes Ruiz

3. La inmensidad del Atlántico: recorre los 14 kilómetros de litoral semi-vírgenes

Uno de los grandes placeres de Conil es, sin duda, el mar. Sus 14 kilómetros de litoral de arena blanca y fina y aguas cristalinas te seducirán por completo. Su extenso litoral permite que Conil tenga tantas playas como personalidades y gustos. Si quieres disfrutar de la naturaleza salvaje, te recomendamos que visites la Playa de Castilnovo, un paraje natural protegido. Si no quieres sufrir los vientos de levante, te recomendamos las Calas de Roche, unas pequeñas calas situadas entre Conil y la urbanización Roche, que te enamorarán por la belleza de los imponentes acantilados de color rojizo.

Playa Conil
Fuente: Fuerte Conil

Pero, sin duda, una playa de visita obligada de Conil es la Playa de la Fontanilla. La Playa de la Fontanilla es una playa idónea para disfrutar del relax que ofrece la localidad gaditana. Alejada de las aglomeraciones de otras playas más concurridas, la Fontanilla es una playa perfecta para las familias. Con un oleaje moderado y galardonada con el distintivo de la Bandera Azul, el cristalino de sus aguas te conquistará. Además, la Playa de la Fontanilla es ideal para los amantes del surf, tanto es así, que es sede inclusive del Campeonato de España de Surf.

4. El sabor de Conil: el atún rojo de almadraba

Almadraba
Almadraba de Conil, fuente: Gadira

Llega la hora de comer. No te desplaces muy lejos porque en la misma playa de la Fontanilla encontrarás el restaurante Francisco Fontanilla, el restaurante del mar de Conil. Además, su bagaje de más de medio siglo de historia, lo ha convertido en todo un referente de la cocina gaditana. 

Francisco Fontanilla es un restaurante que pone el acento en la tradición almadrabera y en el pescado del litoral gaditano. En su carta, como no, el atún rojo salvaje de almadraba ocupa un lugar más que primordial. Desde el clásico atún encebollado o atún rojo en tomate hasta platos más exóticos como el tataki de lomo con soja, miel y sésamo, el atún ocupa un papel más que protagonista. Pero en Francisco Fontanilla el marisco y pescado del litoral, también ocupa un espacio principal. Bocados de tradición como el arroz a la marinera, que llevan en carta desde hace décadas o guisos como los calamares rellenos en salsa, dan fé de las raíces de sal de la cocina de Francisco Fontanilla.

Arroz en Conil
Arroz de mariscos en Francisco Fontanilla

Además, los amantes de los vegetales, podrán disfrutar de los productos de la afamada huerta de Conil. Su suculento gazpacho o las zanahorias aliñadas, te deleitarán por completo.

Disfruta del auténtico sabor conileño en un entorno idílico.

5. La auténtica belleza: un atardecer en Conil

Llega el momento de culminar tu visita a Conil. Te proponemos un plan, qué mejor que terminar la jornada con los pies encallados en la arena, el salitre en la piel y las últimas brisas marineras del día acariciando con sumo cuidado la piel. El paraíso por casa: Conil.

Atardecer en Conil
Atardecer en Conil, fuente: Sebastián Baro