Si de algo pueden presumir los conileños es de sus aguas que gritan Atlántico y de la excelentísima huerta de Conil. Sin ningún tipo de decoro, Conil brama su procedencia, alardeando, con razón, de su gran virtud: las inconmensurables joyas que nos regalan sus aguas. Pero, a escasos metros de sus bravas aguas, el municipio gaditano cuenta con otro gran tesoro del que también pueden vanagloriarse con razón y orgullo: la afamada huerta de Conil.
De la tierra de Conil se obtiene una despensa única de olores, sabores, texturas y colores. Una fuente inagotable de productos ‘puros’, productos variados y exquisitos que respetan los tiempos del campo y de la agricultura. Productos de temporada alimentados por un clima privilegiado que respira Atlántico. En definitiva, una cultura agrícola que pone por delante el respeto al entorno. Cultivos con paciencia en los que la calidad y el respeto medioambiental priman frente a cualquier otra cosa. Vegetales con reputación que se han hecho nombre y que son codiciados en nuestra tierra y en el resto del mundo.
Con una materia prima de primerísima calidad, es normal el prestigio cosechado por el campo y la huerta de Conil. Las verduras, frutas, hortalizas, legumbres y cereales de la huerta de Conil son el deleite de las curtidas manos de los chefs de toda la provincia de Cádiz y del conjunto del territorio nacional. Mediante estas joyas elaboran platos que son el fiel reflejo de la esencia conileña. Buen ejemplo de ello son los fogones y la cocina de Francisco Fontanilla.
La huerta de Conil: protagonista de nuestra historia y de nuestros platos
A escasa distancia del azul atlántico y de la playa de la Fontanilla, donde se ubica Francisco Fontanilla, se encuentran las dos huertas que el restaurante posee. Unas huertas que proveen al restaurante con los vegetales de temporada de mayor calidad durante todo el año. Productos diversos, sabrosos y coloridos que sirven de base para todas nuestras elaboraciones o simplemente las protagonizan. Cardillo, alcauciles, tagarnina, apio, acelga, tomate, puerro, zanahoria, pimiento, coliflor… son productos indispensables en la cocina de Francisco Fontanilla.
Con nuestros propios productos ecológicos y de temporada, como desde hace 50 años, elaboramos platos de auténtica tradición; platos que fusionan los tesoros de la tierra y mar de Conil, y que son el claro ejemplo de la historia y tradición, de las notas propias de nuestra tierra.
Y es que hablar de la historia de Francisco Fontanilla es hablar de esos productos que durante siglos han sido cultivados por las expertas manos de agricultores en un paisaje encomiable de fértiles y ricos suelos y vientos marineros. Productos que son historia y que han dado lugar a algunas de nuestras propuestas más reconocidas y nos han otorgado el reconocimiento que hoy día ostentamos. Qué hubiese sido Francisco Fontanilla sin platos señas de nuestra identidad como el arroz con cardillos y tagarninas, los garbanzos con acelgas o los pescados aromatizados por las verduras de Conil, con los que los fogones de Antonia Rubio conquistó a conileños y visitantes a partes iguales.
Y hoy día, la combinación de productos de la tierra y mar de Conil sigue ocupando un lugar preferente en nuestra carta. Nuestro carpaccio de tomates con atún marinado y queso o nuestro milhojas de tomate con anchoas y muselina de fresas dan fe de la distinguida despensa que ostentamos en Francisco Fontanilla y de la esplendorosa huerta que ostentamos y que nos nutre con los vegetales de mayor calidad.
Si quieres conocer de primera mano la exquisitez vegetal que ostentamos en Conil de la Frontera, te esperamos en Francisco Fontanilla. Las mejores frutas y hortalizas ecológicas y de nuestra propia huerta te aguardan.